SÉNECA, EL FILÓSOFO CORDOBÉS

Séneca es uno de los más conocidos filósofos de la antigüedad.  Este pensador nacido en Córdoba el 4 a.C. y educado en Roma fue máximo exponente de la corriente filosófica conocida como estoicismo . 

Sus dotes oratorias atrajeron las envidias del emperador Calígula que se consideraba el mejor orador del Imperio, y sólo le libró de morir por la tisis que padecía,  que hicieron pensar al emperador que viviría poco.
Quiso el destino que fuera otro emperador el que ordenó su muerte:  Nerón, de quien había sido tutor, pero que se dio a una vida de vicios y excesos, y dejó de escuchar sus consejos. 
Cuando supo que le habían condenado a muerte, Séneca se suicidó en Roma después de un banquete conversando tranquilamente con algunas personas mientras salía sangre de sus venas. Su esposa Paulina quiso imitar su ejemplo y suicidarse también, pero el emperador no lo permitió y ordenó que se le restañasen las heridas. 

Aquí os dejo varios pensamientos suyos , que bien merecen una lectura y meditación. Aprovechemos las tardes plácidas de verano para ello….


La vida es como una leyenda: no importa que sea larga, sino que esté bien narrada


A través de lo áspero se llega a las estrellas

No hay nadie menos afortunado que el hombre a quien la adversidad olvida, pues no tiene oportunidad de ponerse a prueba

La mayor rémora de la vida es la espera del mañana y la pérdida del día de hoy

La ira: un ácido que puede hacer más daño al recipiente en la que se almacena que en cualquier cosa sobre la que se vierte



Es agradable ser importante, pero más importante es ser agradable.


Sabed que cuando uno es amigo de sí mismo, lo es también de todo el mundo

Decir lo que sentimos. Sentir lo que decimos. Concordar las palabras con la vida

No hay mayor causa de llanto que no poder llorar


No tener nada que te excite, que te acucie, que con su ataque o con su anuncio ponga a prueba el temple de tu alma, estar echado en un ocio sin inquietudes no es tranquilidad sino indolencia



Compra sólo lo necesario, no lo conveniente. Lo innecesario, aunque cueste un solo céntimo, es caro.

Si quieres que tu secreto sea guardado, guárdalo tú mismo




El que es prudente es moderado; el que es moderado es constante; el que es constante es imperturbable; el que es imperturbable vive sin tristeza; el que vive sin tristeza es feliz; luego el prudente es feliz

La recompensa de una buena acción es haberla hecho

Cuando un velero no sabe a que puerto se dirige, ningún viento es el adecuado


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