BOSQUES DE OTOÑO EN MADRID
Cuando hablamos de
Madrid, casi todos visualizamos mentalmente la capital . Últimamente los
altísimos niveles de polución ambiental están causando auténticos quebraderos
de cabeza a sus habitantes. Quizás por ello sea el mejor
momento para visitar los preciosos
hayedos, castañares, robledales o bosques de ribera que tenemos en La Comunidad de Madrid y así, de paso nos oxigenarnos un poco. Estos bosques en otoño son los que mayor
variedad de colorido dan, al estar formados por árboles de hoja caduca: hayas, castaños, robles, avellanos, arces,
álamos, chopos, alisos, olmos... .…
¿Alguna sugerencia?. Por
supuesto, aquí tenéis:
Hayedo de Montejo
Situada a menos
de cien kilómetros de la capital de España, la Sierra del Rincón, territorio
montañoso entre los macizos de Ayllón y Somosierra, es uno de los lugares más
bellos y desconocidos de la Comunidad de Madrid.
En ella se
encuentra El Hayedo de Montejo, formado por un bosque de hayas de 250 hectáreas. Se trata de un Espacio Natural Protegido muy sensible, con un número limitado de visitas
diarias, gestionadas a través de visitas guiadas gratuitas.
Fue reconocido
por la UNESCO como “Reserva de Biosfera”en el año 2005.
Castañar
del Embalse de los Morales
Es una sencilla ruta que discurre alrededor de un
pequeño embalse y por el único castañar que podemos visitar en la Comunidad de
Madrid. Concretamente está ruta se sitúa en plena Sierra Oeste de Madrid en el municipio de Rozas de Puerto Real.
Robledal de la Herrería.
El Bosque de La Herrería fue declarado Paisaje
Pintoresco en 1.961, y actualmente está comprendido en la Red Natura 2000 como
“Lugar de Interés Comunitario” y “Zona de Especial Protección para las Aves”.
Toda su superficie está abierta al uso público y la gestión de Patrimonio
Nacional trata de compatibilizar su disfrute con la conservación del medio
natural. Es el favorito de mis tías.
Bosque de ribera:
Los Sotos de Villamanrique del Tajo, es
una Ruta que discurre por uno de los bosques de ribera más importantes que se
conservan en la Vega del Tajo.
Está formado por especies de árboles y arbustos, de
hoja caduca, adaptadas a condiciones de inundación prolongada. Además puede
tener un sotobosque, formado por numerosas especies de helechos y otras
herbáceas.
La vegetación aparece más bien como pequeñas masas,
generalmente en formación abierta o caótica, intercalado por tramos de árboles
dispuestos en franjas estrechas y lineales que dan lugar a ridículas filas
indias a la orilla del río.
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