MENINEANDO
Hay personajes que forman parte tan profundamente de nuestra
cultura que se reinventan a cada momento. Si alguien le hubiera dicho a Velázquez cuando pintó las Meninas,
que en 2018 seguiría inspirando a tantos artistas que participan en la Exposición
urbana “ Meninas Madrid Gallery”, probablemente se reiría.
Pero sí, las calles de Madrid se han llenado de Meninas,
reinterpretadas por artistas actuales a quienes se les ha preguntado “¿Qué es
Madrid para ti?. Plásmalo en una figura de las Meninas”.
El Ayuntamiento de Madrid ha cedido espacios para que se
ubiquen las obras y paseando se disfruta del arte. La iniciativa está siendo todo
un éxito.
Madrid siempre merece un paseo, nunca aburre y nos sorprende cada día más.
Para más información os dejo aquí el enlace oficial de la Exposición:
Pero voy a matar dos pájaros de un tiro y utilizar el cuadro de las meninas para llamar la atención esta semana, en la que estamos todos tan
conmocionados por la indefensión que todavía sufrimos las mujeres en agresiones sexuales y discriminación, sobre el
hecho de que poco a poco vamos cambiando las cosas. Nuestras hijas (y nuestras
princesas) ya no tienen que casarse a los 15 años por razón de Estado.
La biografía de la infanta Margarita, a quien acompañan las
famosas meninas, constituye uno de los ejemplos de endogamia tan típicos en la
realeza de la Edad Moderna europea. Sus padres eran tío y sobrina, y ella misma
contraería matrimonio con el hermano de su madre. A la edad de 15 años tendría
a su primer hijo. A los 21 fallecería tras haber dado a luz al cuarto. Al menos, hoy eso para nosotros es impensable.
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