CHOPIN EN MALLORCA
El crudo invierno en Europa, con frío y ausencia de sol, no
es algo nuevo. Como tampoco lo es la moda de irse en busca de lugares más
agradables y con mejores temperaturas por aquellos que pueden permitírselo. Y
si no, que se lo digan a Chopin…
El famoso compositor polaco, a los 26 años se cruzó en la
vida de la baronesa Aurora Dudevant, más conocida por su nombre artístico de
poetisa, George Sand.
Chopin tenía una salud frágil y a los 28 años cuando su romance con la baronesa era un secreto a voces, por
los amagos de tuberculosis su médico le recomendó pasar el invierno en las
Islas Baleares . Dicho y hecho: el
compositor , su amante y los hijos
de ella viajaron a Barcelona y de allí se embarcaron en “El mallorquín” que
les dejó en Mallorca.
Inicialmente estaban alojados en la casa del cónsul de
Francia, después en la finca de Son Vent, pero a causa de las sospechas de que
Chopin padecía de una enfermedad contagiosa, nadie les quería cerca así que les
recomendaron una celda en la Cartuja de Valldemossa que estaba en alquiler.
La escritora construyó un mito romántico sobre su breve
estancia en Mallorca con el músico Chopin."Todo lo que el poeta y el
pintor pueden soñar, la naturaleza lo ha creado en este lugar". George
Sand describió sus experiencias en la isla en el libro “Un invierno en
Mallorca” , lo cual dio lugar a la posterior explotación turística cultural de
la celda en la que estuvo Chopin.
Pero en realidad el clima no era tan benigno como lo
esperaban y la salud de Chopin caía en un rápido deterioro. Nuevamente lo
cuenta George Sand: “La muerte parecía planear sobre nuestras cabezas para
apoderarse de uno de nosotros, y estábamos solos para disputarle su presa” .
Deciden pues, terminar el viaje dada la falta de socorro médico y la inminente
enfermedad de Chopin y regresan a Paris intempestivamente.
Hoy ya no hay alojamiento en la Real Cartuja, que fue
desamortizada en 1835, pero se puede visitar la celda número 4, donde se alojó
el músico, y la sala del piano, con el instrumento que ordenó traer desde
Polonia. También de puede visitar la cartuja, la biblioteca, los jardines del
claustro y los salones.
SABÍAS QUE….
Durante la breve estancia (invierno 1838), Chopin terminó
sus preludios e inició la composición de obras que acabaría más tarde a su
vuelta en París. Lo hizo en su piano Pleyel, que el compositor mandó traer a
Mallorca y que, por problemas de traslado, se quedó en la isla, concretamente
en casa de la familia Canut residente en Palma, que se lo compró directamente
al compositor. Es el piano de Chopin más antiguo que se conserva en el mundo y
es el único que se muestra entre las cuatro paredes donde Chopin lo tocó.
Entre el centenar de elementos que reúne este museo
encontramos litografías originales de Chopin y George Sand, facsimiles de su
música y correspondencia vinculada a Mallorca, objetos originales de Chopin en
Mallorca (llaves del piano y herramienta para afinar el piano), esculturas,
medallones, primeras ediciones de obras de Chopin y George Sand vinculadas a
Mallorca, elementos originales de la época que ilustran el viaje (mapas,
grabados, pinturas...) y otros objetos sobre los artistas en
Mallorca como el manuscrito original de Robert Graves, manuscritos de Edouard
Ganche y óleos de Claudio Torcigliani.
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