MI DESPENSA EN UNA CUEVA

Imagino que las podemos encontrar en más de un pueblo de España. Yo conocía las casas cueva y aunque había oído hablar de este tipo de cueva, me ha sorprendido gratamente visitarlas.

Estoy en Requena (Valencia) y en el casco histórico de la ciudad son muchas las casas que tienen su propia cueva, que se usaba como bodega, despensa, silo e incluso refugio. 

Constituyen uno de los hábitats humanos donde se disfruta de mayor confort térmico, la temperatura suele mantenerse casi inalterable durante el año siendo mas fresca que en el exterior en verano y mas cálida en invierno. La humedad se filtra lentamente por las paredes y eso hace que el ambiente sea agradable y saludable, además de favorecer la conservación de los alimentos.

Geológicamente la morfología del subsuelo de Requena facilitó el que se perforasen las cuevas. Asentada la ciudad sobre una gran plataforma de toba caliza, roca muy porosa que se trabaja muy bien pero que es igual de resistente. Se construyeron excavando la propia toba y vaciando la arcilla hasta tener la profundidad deseada. Una vez conseguida solo quedaba abovedar el espacio y si era necesario levantar algunos tabiques.

Son de época musulmana y aunque cayeron en el olvido fueron redescubiertas en los años 70. Se vaciaron los escombros y se vio que estaban intercomunicadas. En ellas se encontraron tinajas y utensilios que se utilizaron para guardar aceite, comida, agua o vino. 

La cueva que pertenecía a la Iglesia del Salvador fue utilizada como osario y dejó de utilizarse en el siglo XIX.

Tinaja que se llenaba de vino

Uno de los usos mas recientes de algunas cuevas ha sido

el almacenaje y conservación del vino en tinajas.