EL NOVIO DE LA MUERTE
¿Sabías que esta música, cantada por los legionarios
españoles desde hace casi 100 años en todo tipo de sangrientas contiendas, era
originariamente un tema que nació para interpretarse en cafés cantantes y
cabarets y que, posteriormente, fue adaptada al ámbito castrense?.
Trasladémonos a 1920. España se encontraba ante una
larga guerra de guerrilla en el Norte de África, la conocida como Guerra de
Rif, que se llevaba consigo a una
gran cantidad de soldados bisoños (novatos, por así decirlo) enviados desde la
Península. Tal era la sangría de tropas que El Rey, basándose en la idea de un
militar llamado José Millán-Astray, se vio obligado a crear el denominado
«Tercio de extranjeros» a imitación de la famosa Legión Extranjera francesa e
incluyendo en su ideario muchas similitudes con el código samurái.
Desde el principio no hubo requisitos a la hora de permitir
el acceso a esta unidad. Para los mandos, valía igual un español que un
marroquí. De hecho, su fundador jamás despreció a los africanos, pues consideraba
que «un extranjero vale por dos soldados, uno español que ahorra y otro
extranjero que se incorpora».
La unidad, cuyo campo de batalla sería exclusivamente el
norte de Marruecos , recibiría un entrenamiento específico para adaptarse a las
duras condiciones del territorio. Su campo de batalla serían las montañas de Rif , siempre la
primera línea del frente.
Sin embargo, lo que no se sabía por entonces es que, con la
creación de este grupo operativo, se acababa de poner el germen de lo que, en
un futuro no muy lejano, sería la Legión española.
En enero de ese mismo año se produjo la primera muerte de un
legionario en el frente de Beni Hassán: el cabo Baltasar Queija de la Vega. El Cabo a su vez hacía pocos días que acababa de perder a
su novia. Por ello, en los días previos mostraba a sus compañeros su deseo de
no sobrevivir a su amada, comentándoles: “¡Ojalá la primera bala no tarde mucho
y sea para mi corazón, para reunirme pronto con ella”. Fue el primer novio de
la Muerte.
Y aquí empieza a fraguarse la leyenda del Himno: la tragedia del “Novio de la Muerte”
llegó rápidamente a la península. Fidel Prado Duque, un afamado letrista de
cuplés, emocionado por la dramática historia de amor escribió unos versos sobre
ella. Le envió la letra a su amigo
el compositor barcelonés Juan Costa Casals, el cual dotó de música a sus versos y los convirtió en un
charlestón.
La cupletista Lola Montes añadió esta pieza a su repertorio
y se dirigió a Málaga para comenzar su gira de variedades. Allí estrenó la
canción en el teatro Vital Aza, resultando un increíble éxito. Entre los
espectadores estaba la Duquesa de la Victoria que dirigía los hospitales de la
Cruz Roja en África . A la Duquesa se le ocurrió invitar a Lola Montes a Melilla para insuflar moral
patriótica a los soldados.
Cuado Lola llegó a Melilla, la ciudad estaba atestada de
soldados quienes a la espera del futuro ataque del general Silvestre precisaban
de diversión que les levantase el ánimo.
Ella apareció vestida de enfermera interpretando el inigualable “Soy el
novio de la muerte” y el éxito fue total.
Entre el público se encontraba José Millán-Astray, el líder de la Legión, a quien le
pareció una canción preciosa con una letra maravillosa. Se quedó tan
impresionado que pidió que le hicieran una transcripción para cambiarle el
ritmo y adaptar la música al ámbito militar .
«Cada uno de los himnos de la legión representa una cosa
distinta. Este se refiere al hecho trascendente de la muerte. Hace referencia a
que el legionario debe ensalzar la muerte, no tenerle miedo. Transmite, en
definitiva, que fallecer no es más que un acto de servicio. Esto es una
tradición en el ejército europeo, donde en los uniformes se suelen hacer
referencias a la muerte para que el soldado no se acongoje ante ella y siente
que, en el caso de fallecer, lo hace por la patria y unos ideales. Es decir,
que no lo hace de forma baldía y sin sentido».
Desde entonces, los legionarios tomaron esta canción como
suya . Pero ya sabemos que la
música es algo vivo, que sigue evolucionando. Por ello , el himno siguió
mutando y posteriormente se convirtió en una marcha procesional
lenta de Semana Santa y el himno de los caídos de la Legión
Todos nosotros nos emocionamos con ella en la Semana Santa
de Málaga
¿Por qué la cabra es la mascota de la Legión?
Las mascotas en el Ejército tienen su origen en los tiempos
en que las tropas se hacían acompañar de ganado que les aseguraba el suministro
de alimentos de primera necesidad, fundamentalmente leche y carne. A veces, el
personal que se encargaba de su cuidado se encariñaba con el animal y éste
resultaba indultado, pasando a ser uno más de la unidad.
Nadie en el Tercio sabía
quién era aquel legionario
tan audaz y temerario
que en la Legión se alistó.
Nadie sabía su historia,
mas la Legión suponía
que un gran dolor le mordía
como un lobo el corazón.
Más si alguno quién era le preguntaba,
con dolor y rudeza le contestaba:
Soy un hombre a quien la suerte
hirió con zarpa de fiera,
soy un novio de la muerte
que va a unirse en lazo fuerte
con tan leal compañera.
Cuando más rudo era el fuego
y la pelea más fiera,
defendiendo su Bandera,
el legionario avanzó.
Y sin temer al empuje
del enemigo exaltado,
supo morir como un bravo
y la enseña rescató.
Y al regar con su sangre la tierra ardiente,
murmuró el legionario con voz doliente:
Soy un hombre a quien la suerte
hirió con zarpa de fiera,
soy un novio de la muerte
que va a unirse en lazo fuerte
con tal leal compañera.
Cuando al fin le recogieron,
entre su pecho encontraron
una carta y un retrato
de una divina mujer.
Y aquella carta decía:
"...si algún día Dios te llama,
para mí un puesto reclama
que a buscarte pronto iré".
Y en el último beso que le enviaba,
su postrer despedida le consagraba:
Por ir a tu lado a verte,
mi más leal compañera,
me hice novio de la muerte,
la estreché con lazo fuerte
Que bonita la entrada yo creo que es mi favorita de todas . ������
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