COSAS DE QUEVEDO

Dichos y Ciudades Españolas

1. Quién se fue a Sevilla, perdió su silla

Se usa cuando alguien se ausenta por unos momentos de la habitación y, al regresar, otra persona ha ocupado su sitio.

Alonso de Fonseca, el sobrino

Alonso de Fonseca,
el tío

Está basada en un hecho histórico ocurrido en el reinado de Enrique IV: la disputa entre los arzobispos de Santiago y de Sevilla, que eran tío y sobrino. Ante las revueltas en Galicia el sobrino pidió ayuda a su tío con el intercambio temporal de los arzobispados. Pero una vez restablecido el orden en Santiago, el tío quiso volver a ocupar su cargo en Sevilla, pero cuando regresó, descubrió que su sobrino se negaba a devolverle la silla arzobispal.

A esta frase se le puede añadir una contestación:
… y quien fue a Aragón se la encontró.
… y quien fue a Jerez, la perdió otra vez.
… quien fue y volvió, a garrotazos se la quitó.

2. Salga el sol por Antequera…

…y póngase por donde quiera.

Se utiliza cuando vamos hacer algo pero no estamos seguros de que el resultado sea bueno pero asumimos las consecuencias.

Supuestamente fue dicha durante la Reconquista y ya que Antequera está al oeste de Granada, y el sol sale siempre por el este, la frase tiene un sentido irónico.

3. Pasar una noche toledana

Se usa para decir que se ha pasado una noche sin dormir pero con un significa negativo, por algo ajeno a nosotros (ruidos, un problema…).

Una leyenda histórica que tiene que ver con una matanza acaecida en Toledo en los tiempos de la ocupación musulmana de la península Ibérica y que se conoce actualmente como Jornada del Foso de Toledo, puede ser el origen de esta frase.

4. Entre Pinto y Valdemoro

Se utiliza cuando se está indeciso, se duda o algo tiene una doble alternativa.

Se dice que Pinto y Valdemoro estaban separados por un arroyo. Una noche un borracho se entretuvo cruzándolo de un lado a otro mientras decía: “ahora estoy en Pinto, ahora en Valdemoro”. Después de uno de los saltos se cayó al río y exclamó: “ahora estoy entre Pinto y Valdemoro”.

5. Irse por los cerros de Úbeda

Durante la Reconquista y antes de empezar en Úbeda un combate entre cristianos y almohades, uno de los capitanes del Rey Fernando III desapareció y no se le vio de nuevo hasta conquistada la ciudad, cuando ya no había peligro. Cuando se le preguntó dónde había estado dijo que se había perdido en los cerros de Úbeda. 

Por eso si alguna vez te desvías del tema principal de la conversación, alguien te puede decir que no te andes por los cerros de Úbeda y vayas al grano.

6. A la luna de Valencia

Torres de Serranos de las murallas de Valencia

Las antiguas murallas de la ciudad se cerraban al caer la noche. Los que llegaban tarde y no podían entrar en Valencia, se quedaban toda la noche al raso o lo que es lo mismo, a la luna de Valencia.

Cuando una persona ve frustradas sus intenciones, se despista o se queda atrás se dice que se ha quedado a la luna de Valencia.

7. No se ganó Zamora en una hora

Su significado es que cuando uno quiere conseguir algo necesita esfuerzo, tiempo y trabajo.

Su origen está en el asedio a Zamora en 1072 por el rey Sancho II, que duró siete meses y que, además, fracasó ya que asesinaron al rey.