EL ORIGEN DEL MAZAPÁN
Existe una
interesante disputa entre diversos países para adjudicarse la transformación de
un dulce musulmán en el delicioso manjar de los hornos cristianos.
Los hechos
históricos reducen a dos, los posibles candidatos de la invención o adaptación
del dulce original a su actual forma: Italia y España.
La primera cita
de un postre similar se remonta a Grecia, donde ya se ensalzaban los valores
culinarios de una pasta de almendra y miel. Pero es en la era cristiana cuando
se incorpora la tarta de almendras a la celebración de la Pascua bajo el nombre
de "panis martius" (pan de marzo o marzapane, en italiano).
El primer lugar
donde se habla de él es en las Mil y una noches, donde se dan citas
sobre el manjar para poder soportar los ayunos del Ramadán o como afrodisíaco
para poder hacer frente a los débitos conyugales de forma satisfactoria.
El origen
toledano: Leyenda e Historia
La aparición del
Mazapán tiene lugar en el siglo XI, aunque su divulgación se retrasa hasta dos
siglos más tarde.
Se cuenta que lo
inventaron las monjas del convento de San Clemente en Toledo durante una
hambruna, que se padeció en Castilla tras la batalla de las Navas de Tolosa
(1212). En aquel momento no había trigo en la ciudad, sus despensas estaban llena
de azúcar y almendras. Así que decidieron dar de comer a los hambrientos con el
suculento alimento.
En el Hospital
de Santiago de Toledo se recetaba a los enfermos un alimento que su
preparación llevaba pechuga de gallina deshecha mezclada con almendra y azúcar
que se supone que era una variante del mazapán.
En las
ordenanzas de los confiteros manchegos de 1.613 sólo se admitía ya como
ingredientes la almendra de Valencia y el azúcar blanco y desde entonces hasta
ahora no cambió su composición aunque si su presentación.
Actualmente este
manjar parece quedar circunscrito a las festividades navideñas, pero no siempre
fue así.
La
versión italiana
Existe una
versión italiana muy interesante sobre el nacimiento del mazapán: Eloisa
Martorana, una noble italiana, hizo construir un monasterio en Sicilia que tomó
su nombre, en 1193. Las monjas del convento eran en su mayor parte de origen
griego y se dedicaron a la elaboración de una masa de azúcar y almendras, que
luego trasformaban en miniaturas que representaban frutas y animalitos. Después
las pintaban con vivos colores compuestos a base de goma arábiga, pigmentos
extraídos de rosas, azafrán y pistacho.
Tan famoso se
hizo el mazapán y tanto trabajo daba a las monjas italianas, que en el año del
Sínodo de Mazara del 1575 se decretó la prohibición de dedicarse a tal labor,
que evidentemente las distraía de las prácticas religiosas. Aún así las monjas
buscaron los medios para esquivar la prohibición y seguir produciendo sus ricos
mazapanes.
Origen de la palabra Mazapán
Una de las
versiones dice que la palabra mazapán proviene de la unión de las palabras
"maza" (por el mortero en donde se machacaba la almendra y se
mezclaba con el azúcar) y pan por el producto obtenido (pan de almendras).
La palabra puede
derivar del árabe "manthában" que identificaba el recipiente donde se
guardaba la pasta, aunque otras fuentes, dicen que proviene también del árabe
"mautha-ban" (rey sentado), en alusión a las figuras que se
elaboraban.
Mazapán
en la actualidad
El punto de
producción del mazapán de mayor prestigio se continua situando en la ciudad de
Toledo y localidades aledañas: Sonseca, Ajofrín, Gálvez, La Mata... El Mazapán
de Toledo está protegido mediante la calificación por parte del Ministerio de
Agricultura como "Denominación de Origen".
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