NAVEGANDO POR CASTILLA


El Canal de Castilla fue el proyecto más importante de ingeniería civil de la España Ilustrada. Su objetivo principal era servir como vía de comunicación y transporte y así solucionar el problema de aislamiento que sufría la meseta castellana, debido a un relieve complicado y una deficiente red viaria, que hacía casi imposible el transporte de los productos agrarios de la región.



A mediados del siglo XVIII, el rey Fernando VI y su ministro, el Marqués de la Ensenada, empezaron a pensar en un plan para potenciar la economía de España. El Marqués sugiere a Fernando VI la construcción de una red de caminos y canales de transporte pensados para Castilla , principal productora de cereales del país. Dos años después, Antonio de Ulloa, prestigioso ingeniero, presenta el Proyecto General de los Canales de Navegación y Riego para los Reinos de Castilla y León inspirado en anteriores trabajos del francés Carlos Lemaur.





Por las aguas de Canal navegaron las barcazas, en un principio movidas por un sistema combinado de arrastre y vela, pero con el paso del tiempo sólo se mantuvo el arrastre mediante caballerías como fuerza motriz.

 La apertura de la línea férrea Valladolid-Alar del Rey (Palencia),  en 1860, con un trazado casi paralelo al del Canal de Castilla, motiva que el Canal de Castilla vea truncada su utilización “como vía de transporte y comunicación”.


No obstante su cauce sigue proporcionando otros usos derivados de la fuerza motriz, generando un desarrollo económico e industrial en las localidades por las que discurre y propiciando que nazcan fábricas de papel, harinas, cueros, molinos, armas e incluso astilleros. El Canal de Castilla ya no solo era una vía de comunicación y una arteria para irrigar los socarrones campos de Castilla, también era el responsable del despertar industrial de la Región.


Actualmente el principal uso económico directo es el regadío, habiéndose abandonado la navegación comercial en 1959. Además, proporciona abastecimiento de agua a núcleos urbanos y espacio cultural y de ocio a autóctonos y visitantes.


Con el paso del tiempo, en los márgenes del Canal de Castilla se han ido formando una serie de humedales de alto valor ecológico, que representan una isla de biodiversidad dentro del paisaje homogéneo de Tierra de Campos. Este hecho ha colaborado en que el Canal haya  tenido un despertar turístico sostenible y familiar ya que ofrece paseos en embarcaciones, rutas ciclistas, senderismo …

A través de sus diferentes recorridos pueden verse molinos de harina, almacenes y dársenas de gran interés histórico.

Buena excursión para disfrutar de los campos de Castilla este otoño...



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