DE MADRID A LA LUNA
Siempre se ha dicho, ¨DE MADRID AL CIELO”. Yo esta semana os
digo ¨DE MADRID A LA LUNA”. ¿Sabíais que, en un pequeño pueblo de la Sierra de
Madrid tenemos un trozo de roca lunar?…. He aquí el por qué.
Robledo de Chavela es un municipio de la Comunidad de Madrid,
situado entre las Sierras de Gredos y la de Guadarrama. El pueblo forma parte
de lo que se ha denominado la Ruta Imperial, es decir, los distintos municipios
por donde pasaba el rey Felipe II en sus desplazamientos entre el Monasterio de
El Escorial y Madrid.
Pero además es que uno de los tres centros de seguimiento que la agencia espacial estadounidense NASA,
mantiene en el mundo para estar en permanente contacto con sus naves y sus
misiones en el espacio. Los otros dos se encuentran en Pasadena (EEUU) y
Camberra (Australia).
No siempre fue una primera elección: la NASA, tras fallarle
la candidatura de Sudáfrica por temas del aparheid, buscaba alternativas en Europa,
en la misma línea vertical que el país africano. Debía de ser un lugar con un
aeropuerto internacional cercano, buenas comunicaciones, con universidades
próximas, un valle abierto al sur y con montañas que protegieran las antenas al
norte… MADRID.
MADRID DEEP SPACE COMMUNICATIONS COMPLEX Complejo de
Comunicaciones del Espacio Profundo de Madrid
El complejo consta de seis antenas, que oscilan entre los 11
metros de diámetro de la más pequeña y los 70 de la más grande. ‘En el trabajan hasta 150 personas haciendo el
seguimiento de las principales misiones que la NASA tiene ahora mismo en
funcionamiento.
Y en su Centro de Entrenamiento y Visitantes (CEV), como parte de su exposición permanente,
cuenta con objeto único: ¡un pedazo de roca lunar real! Proviene de una roca de
mayor tamaño, llamada Great Scott. Fue traída a La Tierra por la expedición
Apolo 15. El Apolo 15 fue una misión concebida para explorar la Luna durante
períodos más largos, abarcar mayores extensiones y contar con mejores instrumentos
con respecto a cualquier otra misión previa. Entre otras cosas, utilizó un
nuevo vehículo lunar capaz de alcanzar 10 millas por hora (16km/h) sobre la
superficie lunar. A lo largo de la misión, se realizaron tres paseos lunares.
Durante uno de ellos, mientras investigaban la zona de Hadley Rille, los
astronautas Scott e Irvin recogieron una roca con forma de balón de rugby, de
9’5kg de peso, que acabó conociéndose con el nombre de Great Scott.
Great Scott ha sido empleada para preparar trece muestras
lunares expuestas en Estados Unidos, Canadá, Suiza y ahora en el Centro de
Entrenamiento y Visitantes de Robledo de Chavela.
Mediante proyecciones multimedia y salas de exposición, el
CEV ofrece una visión general de las actividades de NASA, de los centros de la
Red del Espacio Profundo, de las misiones espaciales y de los planetas del
Sistema Solar.
Desde allí se han seguido las misiones Apolo, e incluso una
de las antenas de 34 metros, apodada la Dino, fue la encargada de seguir al
Apolo XI en su viaje a la Luna. “Sin las vitales comunicaciones mantenidas
entre el Apolo y la estación madrileña, nuestro aterrizaje en la Luna no habría
sido posible”, dijo en su día Neil Armstrong
Durante los fines de semana el CEV está abierto a
particulares, ofreciendo proyecciones sobre las misiones de NASA, y visita
libre a las salas de exposición. De lunes a viernes el CEV se especializa en
visitas de grupos, previamente concertadas, con Centros Educativos,
Asociaciones, y otros colectivos interesados en la exploración espacial.
Para los curiosos, una excursión que apuntarse en la agenda.
Muy interesante, desde luego tenemos que ir.
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